Es básico que tus brochas estén lo más limpias posibles para evitar enfermedades en los ojos y también para que funcionen al ciento por ciento.
Una brocha con exceso de producto acumulado nunca va a funcionar del todo bien. Por ejemplo, con una brocha para el delineador en gel que no esté limpia es im-po-si-ble obtener un línea delgada y bien definida, esa yo acostumbro a limpiarla por lo menos una vez a la semana "sin falta".
Ahora te comparto mi método de limpieza.
Lo primero es tener a la mano agua, una toalla limpia (siempre usa la misma porque ya no se despinta fácilmente) y en mi caso me gusta usar el jabón para brochas de MAC, aunque lo mismo puedes usar un shampoo para bebe.
A continuación, vierto un poco del jabón en agua para diluirlo, aunque para brochas con mucho resto de producto como la del delineador en gel acostumbro a usarlo directo para obtener mejor resultado.
Después cada brocha la vas a lavar en el jaboncito preparado.
Solo se sumerge el pelo, nunca se debe meter el mango porque la madera se hincha con el agua y se fastidia.
Después tallas la brocha suavemente en la toalla para que deje ahí los residuos.
Repites el lavado una y otra vez hasta que ya no deje residuos de color en la toalla.
A continuación enjuagas la brocha en agua limpia y la secas con la toalla. Recuerda siempre hacerlo suavemente, no restregar.
Una vez que quede limpia, se pone a secar siempre acostada o colgada hacia abajo.
Y ya que haya secado perfectamente la puedes volver a usar.
A mi me gusta hacer mi limpieza de brochas en fin de semana que no las ocupo para que el lunes ya estén como nuevas ;)
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