Estoy envejeciendo!
Pues si, es triste, pero es una realidad. Estoy en mis primeros 30, es decir, a punto de cumplir 31 y no hago otra cosa que buscar cosas para retrasar lo más posible ese envejecimiento maldito.
Algo que no puedo creer que no había procurado antes es el motivo de este post.
Fundas de seda para almohadas!!!!!!!!!!!!!!!
Increíble pero alguien me dijo que el algodón de las fundas es pésimo para el pelo y para la piel. Al minuto siguiente, compre en Amazon unas fundas de seda.
Después de haberlas usado ya por varios meses, tengo que decirles, que es la súper diferencia del mundo!
Resulta que el algodón es demasiado hostil, duro, rígido, como lo quieran ver, para nuestra pielecita. A diferencia de esto, con la seda van a amanecer sin marcas en la cara, mismas marcas que por la posición al dormir (especialmente para las que dormimos boca arriba) se nos pretendían quedar para siempre en el rostro como arrugas! Odio esa palabra: arrugas!
Nunca más!
Confieso que me parecía de lo más normal, despertar con toda clase de marcas en la cara producto de los dobleces de la funda. Ahora con mis nuevas fundas, eso se acabó.
No creas lo que te digo, pruébalo! Pero te prometo que vas a sentir que es el descubrimiento de tu vida. Yo debí haber empezado con esto hace quince años.
Y lo mismo y es muy lógico, ocurre con el pelo. aunque no puedas verlo tan fácilmente como con la cara. Especialmente si duermes con el pelo húmedo, como yo.
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